lunes, 8 de abril de 2013

Las teclas del primer trimestre

Cada embarazo es un mundo. Lo que le pasa a una no tiene que porqué ocurrirle a otra.

Hasta House lo tenía claro

¿Y que me pasó a mí?


  • Sueño. Más del que he tenido en mi vida. Creo que desde que tenía 6 años no me había acostado tan pronto. Un día a las ¡20:00! El sueño me vino antes de saber que estaba embarazada. Eso lo descubrí a las 6 semanas, así que esa podía haber sido una primera señal. Pero no lo fue, porque en enero tuve un poco más de estrés laboral así que achaqué el cansancio a eso.
  • Buen humor. O dicho de otra manera, adiós al síndrome premenstrual. Y es que yo desarrollo una mala leche considerable. Así que las discursiones por cosas tontas disminuyeron de forma exponencial. Éste fue mi signo de alerta, el que me llevó a hacerme el test de embarazo.
  • Mal sabor de boca tras las comidas. Pero no al cabo de media hora, no. Inmediatamente después de tragar el último bocado de lo que fuese que estuviese comiendo. Solucionado gracias a los chicles. Eso sí, imprescindible que no se acabasen las reservas. En mi vida, incluyendo la infancia, he comido tanto chicle. ¿Razón? Sigue leyendo...
  • Hambre. Hambre de comerse una vaca. Cada dos horas. Ríete tú de las comidas de los hobbits. Primer desayuno, segundo desayuno, almuerzo, aperitivo, comida, merienda, cena, resopon y algún que otro tentempié entre comida y comida.  Y después de cada comida, un chicle. 
  • Nauseas vespertinas. "¿Pero no eran matutinas?" Pues no necesariamente. Por la mañana, una estaba como una rosa. Claro, después de dormir casi 10h todos los días, una estaba descansada. Mis nauseas, por las tardes, a partir de la sobremesa. Agudizadas sobremanera si no tenía chicles. "¿Y los chicles? Arggggg" Afortunadamente, vomité pocas veces, porque es algo que llevo muy mal. 
  • Vejiga diminuta. Durante el día, tira que va. La única precaución es que tienes que comprobar que a los sitios donde vas haya un aseo. Eso y llevarte pañuelos, que ya se sabe que no todos los aseos están como el de tu casa. Pero por la noche... Lo de levantarse hasta 7 veces... "Así te vas preparando para cuando tengas el bebé" (comentario de mi hermana, graciosilla ella). Menos mal que volvía a coger el sueño rápido.

Así que entre el sueño y el mal cuerpo, me pasé las tardes de parte del primer trimestre tumbada en el sofá. O al menos lo intenté, porque mis hermanas venían a "sacarme a pasear", como al perro. ¡Ojo! Para hacer ejercicio, que al baño iba yo solita, no seáis mal pensados.

¿Hasta cuando estuve así?

Cuando te pones a investigar, cuando hablas con otras mamás, o con la matrona o la ginecóloga, te dicen que el segundo trimestre de embarazo es el mejor, porque se te pasan algunos de estos síntomas y aún no estás tan gordita como para sentirte pesada. Así que al finalizar el primer trimestre, ahí estaba yo, esperando... Y llegó la mejoría. Pero para las novatillas, no os penséis que es un reloj, ¡Hale, ya estoy en el segundo trimestre, ya se me ha pasado todo! Es progresivo...

...aunque la gula aún no se me ha pasado, y mi Peque tiene 6 meses. Actualización: ya tiene 11 meses y ¡sigo con hambre!

4 comentarios:

  1. Si me aseguraran que mi próximo embarazo sería así, como el tuyo, firmaba ahora mismo y me planteaba ir a por el cuarto (cuarta a poder ser), jajaja...
    ¡Me ha encantado! :-)

    ResponderEliminar
  2. Yo también tenía sueñaco y hambre no tuve mucha, ahora si que tengo, mucha más, no se si será la lactancia...
    Bess

    ResponderEliminar
  3. He de reconocer que, en general, tuve un embarazo bueno, para que nos vamos a engañar.
    Yo creo que el hmabre es por la lactancia, sin lugar a dudas. Sólo espero que cuando la dejemos, se me pase el hambre, porque si no...

    ResponderEliminar
  4. Yo tambien tuve sueño y nauseas con los dos
    Te sigo me sigues??
    http://aidaerian.blogspot.com.es/
    Gracias

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...