Mi primera ecografía

En la visita a La Matrona, ésta me dió varias citas, unas para volver a verla a ella y otras para analíticas y para la primera ecografía por la Seguridad Social, la de las 12 semanas.

Si ahora dice que estoy de 8, tengo que esperar 4 semanas más para saber si todo va bien??? Yo no puedo con  la espera.

Así que llamé a mi Ginecóloga privada. Desde la adolescencia me hago una revisión anual. Así que, como ya me tiene fichada, pues allá fuimos. El Padre, la madre (una servidora) y una de mis hermanas.

Empezamos con preguntas parecidas a las de La Matrona, mismas pruebas y mismas indicaciones. ¡Menos mal! A ver a quién le hacía caso si no llegan a estar de acuerdo, que yo soy muy dada a las comeduras de cabeza. Así que, como ya eran dos las que me dijeron que sin problema, a hincharme a jamón ( Nota: luego resultó que no me apeteció nada en todo embarazo...).

Y llegó el momento que todos esperábamos: ¡la primera ecografía!


Me tumbé en el caballo de tortura, que mira que llegan a ser incómodas esas sillas...

- Relájate.

¡Ja! ¡Cómo si fuera tan fácil!

Se puso a escudriñar un poco y dejó pasar a los invitados a la fiesta.

- Pasad, ¿no queréis mirar?
- ¡Claro!

Ésta fue mi hermana, entusiasmada con la idea de tener un nuevo sobrino.

La consulta es pequeñilla, así que parecíamos sardinas en conserva. ¡Menos mal que aún no tenía pancheta,  que si no el bebé iba a llevarse más de un codazo!

La primera pregunta del Papá fue: ¿es uno o son dos? Pregunta lógica, por otra parte, porque ambos tenemos antecedentes de gemelos en la familia.

- Es uno.

¡Uff! En ese momento nos relajamos los dos un poco más. 

- Ahí lo tenéis

¡Y vimos a nuestra alubia!

Nuestro pequeño ente de 8 semanas

La verdad es que no recuerdo muy bien qué nos contó, porque yo estaba embobada mirando en la pequeña pantalla del ecógrafo unas imágenes en escala de grises, que no distinguía muy bien qué eran, pero que eran las más bonitas que había visto en mi vida. Sé que nos dijo que todo estaba bien, que estaba bien "agarrado", que media 2cm...

... y nos puso el sonido de su látido. ¡Qué sensación más impresionante!