martes, 14 de mayo de 2013

¿Qué será, será? -Tercera parte

Pasaron 2 semanas. Por fin parece que estamos medio de acuerdo con el nombre. Entre otras cosas porque solo hubo uno que coincidiese en ambas listas.

Y entonces llegó la eco de las 20 semanas.

Me acompañó al hospital mi hermana, porque el Papá trabajaba y al llevar poco tiempo, pues no era plan de ir pidiendo permisos. Que aún no sabemos de qué pie cojean los jefes.

Teníamos la cita a las 11.20. A pesar de que nos imaginábamos de que habría retraso, llegamos 10 minutos antes. Y se confirmaron nuestras sospechas. Había retraso... una hora de retraso. Afortunadamente habíamos ido preparadas. Móviles con internet, periódico, clínex y algo de comer. Pero falló la logística en algo de lo que me arrepentiría las semanas siguientes: la ropa. Y es que, como toda buena embarazada, cuando empezó a hacer buen tiempo, y todo el mundo se alegraba de que llegase el calorcito, yo estaba achicharrada. Así que me fuí con mis sandalias, mis pantalones de lino superfresquitos y mi camiseta de tirantes, luciendo incipiente barriguita, sin caer en la cuenta de que en los edificios públicos se usa (y abusa) del aire acondicionado. Y más en el levante ibérico. Resultado del retraso la cita: un catarrazo de tres pares de narices.



La hora de más se convirtió finalmente en 2 horas y media. Yo ya no sabía cómo sentarme. Ni qué hacer para no tener frío. Me paseé por todo el pasillo, cambié de asiento, pero nada. Y lo único que veía eran chicas supercontentas que salían con su foto: "Es niño" o " Es niña" era siempre lo primero que decían. Y yo pensaba "Bueno, el entusiasmo ese no lo voy a tener, porque yo ya sé lo que es".

Y por fin nos tocó. Me tumbé y me chocó el tener una pantalla justo enfrente de la camilla. Siempre había mirado en la minipantallita que tenían la ginecóloga, así que me giré de manera instintiva. Y el ginecólogo del hospital me dijo
- Mira a la pantalla de ahí, que estarás más cómoda y lo verás mejor.
- Ay, sí. 
Mira que parezco primeriza...¿será porque lo soy?

Y empezó la eco. Y yo embobada. Salían imágenes, que no sabía lo que eran, pero de repente... Una mano... con 5 deditos. Un pie... y el otro. Y la cara. Y la columna... y el corazón. ¡Y esos látidos! ¡Qué bien suenan esos látidos!

A todo esto, yo supongo que todo eso era lo que era. Es decir, que el pie era el pie y no una mano, y la mano era la mano y no una cresta en la cabeza. Y es que el ginecólogo no abrió la boca hasta el final. Yo lo único que oía era como apretaba el ratón y teclas en el teclado, y veía cómo se iba guardando imágenes. Pero no me explicó nada de nada.

Hasta el final, como digo, en que por fin oí su voz:
- ¿Quieres saber el sexo?
 Yo miré a mi hermana, pensando, "Si ya lo sé", pero las dos dijimos a la vez:
- Sí, claro.

 Y entonces...
- Es un niño.
- ¡¡¡¡¿¿¿QUÉÉÉ???!!!
- Que es un niño.
- JAJAJAJAJAJAJA
- ¿Es que pensabáis que era una niña?
 A partir de aquí habló mi hermana. La de las risas soy yo.
- Es que la ginecóloga nos dijo que iba a ser niña.
- ¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!!!
- Pues se equivocó, es un niño.
- ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!!
- Cuando se los digamos al padre...
- ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!!
- Tranquilízate que no puedo seguir mirando si no te estás quieta.
- ¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!... vale, ya me calmo... ¡JAJAJAJAJA!
Acabamos como pudimos, y cuando salimos...

- ¡Es un niño! ¡¡¡¡JAJAJAJAJAJA!!!!

Las pobres futuras mamás que iban detrás de nosotras (pobres porque aún les tocaba esperar un rato y eran las 14.30 y sin comer, no por otra cosa) nos miraron raro.

Lo primero que hice fue, no lo dudéis, llamar al futuro Papá.

- ¿Qué?, ¿cómo ha ido?
- Bien, pero hay una cosa que tienes que saber...
- ¿Qué pasa? ¿El bebé está bien?
- Sí, sí, no le pasa nada, está bien. Pero recuerdas esa lista que hicimos... Tenemos que hacer otra...
- ¿Por qué?
- Porque... ¡Es un niño! ¡¡¡¡JAJAJAJAJAJA!!!!

10 comentarios:

  1. Enhorabuena!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! yo tengo un niño y estoy super feliz y contenta ya verás que bien. Si tuviera otro quiero que sea niño.
    El padre intuyo que como loco de contento no?

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    1. El padre quería una niña, porque son 4 hermanos. Pero ahora que ya ha nacido (el blog es autobiográfico), está encantado con su Peque :)

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    2. sorry ya ves que no llevo al día tu blog

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    3. Tranquila, a mi me cuesta una barbaridad leer todo los blogs que voy encontrando, así que te entiendo :)

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  2. Vaya trabajazo... 50 nombres de una y otros 10 de otro...

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    1. Es que me lo conozco, y sé que nos iba a costar coincidir. Para el tama nombres somos muy diferentes.

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  3. Me parto, me he leído la historia del tirón (que me había quedado atrasada) y me he reído mucho con ésta última. Fue un ¡zas, en toda la boca! Jajajaja... En mi caso fue al revés, yo iba pensando que era niña (cualquiera de los tres) y fueron 3 niños, confirmados desde la primera eco en la que se dejaron ver y sin equivocaciones por parte de los ginecólgos. Eso sí, no cambio a ninguno de mis Trastos por ninguna niña, por muy buena que sea ;-)
    ¡Besotes!

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    1. Pero un ZAS grandísimo!!! En mi caso, mi intuición (y cabezonería) estuvo en lo cierto.
      Yo tampoco cambiaría a mi Peque, con lo buenecico que parece de momento... Cuando eché a andar, ya hablaremos ;)
      Un beso!

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  4. Ay no! yo me muero si me cambian el sexo, yo soy de que si me dicen una cosa, eso debe ser para siempre! jaja

    Aunque siempre nos dijeron que es una niña, esperemos que en el parto no nos den una sorpresita jaja, aunque le querremos sea lo que sea, cabe mencionar...

    Mamá y maestra

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    1. Hombre, yo creo que a las alturas de embarazo a las que tú estás, sería raro... Aunque cosas raras se oyen. Pero tienes toda la razón, para morirse del susto, jejeje
      Un beso!

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