miércoles, 5 de junio de 2013

Las teclas del segundo trimestre

Físicamente el segundo trimestre fue bastante bueno. Se pasaron la mayor parte de síntomas propios del primer trimestre, aunque alguno de ellos decidió seguir conmigo durante más tiempo. La gula, por ejemplo, aún no ha desaparecido. O el sueño, pero eso creo que me viene de serie. Y ya han pasado casi nueve meses desde que nació el Peque.

Para compensar se me agudizaron dos "achaques".

El primero fue lo que en un principio parecía una irritación en la piel, y que con el tiempo se transformó en una dermatitis inmensa, que me cubrió parte de los brazos, pecho y barrigota. Con la consiguiente ansiedad que me produjo, porque te da por pensar cosas
¡¡¡¿Cómo voy a darle el pecho?!!! ¡¡¡¿Y si es contagiosa?!!! (Léase con voz muuuuuy aguda)
La visita al dermatólogo fue tranquilizadora. No era preocupante. Pero me dio una crema con hidrocortisona, a lo que yo puse mala cara. Y me llevé una bronca dirigida a todas las embarazadas, que recibí yo solita, porque era a la que tenía más a mano.
"Es que yo no sé qué os meten en la cabeza, que si no podéis tomar nada. Así no os vais a curar nunca. Y luego puede ser peor."
Aguanté estoicamente, a pesar de las hormonas revolucionadas.

El otro achaque fue algo que podría ser una ciática, pero que no lo sé seguro. El caso es que antes de quedarme embarzada ya me dolió algo. Pero durante este trimestre resultó que en hacer algo de esfuerzo, y con algo me refiero a pasar la mopa, no os creáis, y agudizarse hasta el punto de no poder moverme esa tarde.
UYUYUYUYUYUYUY
Ver cómo me giraba en el sofá era un poema.

Para ambas cosas hubo una única cosa que hizo que desapareciesen: el nacimiento de mi Peque.

6 comentarios:

  1. Mi pareja tuvo durante un año o así eso que se debe sufrir en silencio, que dicen en los anuncios. Pero vamos, de silencio nada.
    Y con razón!!

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    1. Ese silencio lo comprendo, en mi caso después de nacer el enano. No sé si lo hubiese soportado tanto tiempo. Tu señora se merece un monumento!

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  2. Menos mal que mi ciática llegó 4 días antes del parto. Y no hay mal de embarazado que no se cure con un parto. Jajajaja

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    1. Qué suerte! (aunque mejor no haberla tenido)
      Fue nacer, y desaparecer, por arte de magia. Pero lo mejor es que no me di cuenta hasta unas semanas más tarde. Pero claro, a ver quien se fijaba en esas cosas con todo el trajín.

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  3. Estoy ya casi casi en el segundo trimestre!!! jejejej, como pasa el tiempo.

    Y te contaré que tal

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    1. Eso, tú no te olvides de ir dándonos el parte :)
      Espero que no tengas ningún achaque!

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