101

Ayer por la tarde abrí el gestor del blog decidida a escribir las entradas de la semana y por una vez no ir a salto de mata con las publicaciones. Esta última semana, entre virus del niño, virus de la madre, reuniones de posible trabajo y comienzo de clases en la escuela de idiomas, no he podido escribir nada.

Incluso las entradas que tenía medio empezadas y estaban pendientes de una revisión para salir, ni siquiera esas han llegado a buen puerto. No he publicado ni la entrada del diccionario. De hecho, ninguno de los borradores que tengo empezado me ha parecido mínimamente bueno. Y tampoco es que mi calidad literaria sea para un premio nobel, pero por lo menos algo de sentido creo que tengo.

El caso es, como decía, que me disponía a escribir cuando he visto un número redondo a la izquierda.


Entradas publicadas: 100

¡100!

¡Madre mía!

¿En serio he escrito yo tantas cosas? Pues sí que me han cundido 6 meses de blog...

Porque esa es otra... 6 meses ya de blog.



Pues bien, parece ser que ese numerito tan redondo, unido a los 6 meses y a que he llegado al relato del final de mi embarazo, todo esto junto, ha provocado la volatilización de mi inspiración.

Desde el jueves pasado llevo intentando escribir algo y no hay manera. Empezados 14 posts, terminados 0. Y lo peor es que empiezo bien. Algunos hasta son graciosos y todo, alejándome de la vena dramática que se había apoderado de mí en la última semana. Pero es ir a rematar y nada, un churro.

Como este post, que también está siendo un churro.

Espero que por lo menos sirva para romper la racha.

Fin de la entrada 101.