Después de pasar por multitud de mostradores (ver post anterior) ya estaba de baja maternal. Gracias este encadenamiento de bajas (recordad, primero fue la baja por riesgo en el embarazo) me libré de vivir en primera línea la tensión laboral que se avecinaba.
Os había contado ya que en julio se anunció un ERE en la empresa. Llegó septiembre y seguían los rumores.
En un intento desesperado de hacer entender a quién tuviese el poder de decisión que nuestros puestos de trabajos no eran superflúos, se elaboró y difundió un manifiesto de apoyo a los trabajadores del parque. Para mí, fue totalmente inútil.
Empieza la partida... y sólo puede quedar uno. |
La información de lo que iba pasando me llegaba por diferentes vías. Por un lado los sindicatos. ¡Vergüenza ajena! Pienso que los trabajadores les debemos muchos de los derechos que tenemos, pero hoy en día creo que han perdido el norte. Ver que los mails informativos se convierten en discursos y arengas, de los que únicamente se puede concluir que están más preocupamos en tirarse los trastos entre ellos que en defender los derechos de los trabajadores. La empresa lo tuvo realmente fácil. El enemigo estaba en casa.
La otras vía eran las llamadas de mis compañeros. Rumores y cuentos de la lechera.
Seamos realistas. Soy la última que se incorporó al equipo, aunque lleve ya 6 años. Si alguien se tiene que ir, y se va a gente sin dudarlo, voy a ser yo. Poned los pies en la tierra de una vez. Por favor... Yo solo quiero que se acabe esto cuanto antes, para poder quitarme un peso de encima.Este era mi discurso o parecido. Pero a pesar de ser el más sensato, aún había gente empeñada en darme esperanzas. Es lo que tiene la familia y amigos. Que son incondicionales.
Aún así, hubo un par de momentos en los que ví luz al final del tunel. Uno cuando leí el art. 55.5c del estatuto de los trabajadores:
5. ...
Será también nulo el despido en los siguientes supuestos:
...
c) El de los trabajadores después de haberse reintegrado al trabajo al finalizar los períodos de suspensión del contrato por maternidad, adopción o acogimiento o paternidad, siempre que no hubieran transcurrido más de nueve meses desde la fecha de nacimiento, adopción o acogimiento del hijo.
¡A lo mejor me salvo!Claro que la luz se hizo más débil al leer el párrafo que venía a continuación:
Lo establecido en las letras anteriores será de aplicación, salvo que, en esos casos, se declare la procedencia del despido por motivos no relacionados con el embarazo o con el ejercicio del derecho a los permisos y excedencia señalados.Y claro, un ERE no tiene que ver con el embarazo ni los permisos ni con el hecho de que mi bebé tenga menos de 9 meses.
Otro momento en el que pensé que había esperanza fue cuando en las negociaciones se estuvo barajando la aplicación de criterios objetivos y medibles para seleccionar a los afectados por el ERE, como la experiencia laboral, la antigüedad, la titulación, la formación complementaria, los idiomas... Me lo llegué a creer. ¡Hasta la empresa me pidió una actualización de mi currículum! Descubrí más tarde que no se lo habían solicitado a todo el mundo.
¿Porque a mí sí a y otros no?Luego recordé de qué empresa estabamos hablando y también para qué servían las mesas negociadoras.
Ilusa. Es que no aprendes.Así, entre dimes y diretes, llegamos a diciembre...
puf, reviviendo estoy mi vida hace unos meses, aunque en mi caso yo era la única sin hijo y sin panza! (de embarazada, me refiero XD)
ResponderEliminarapenas acabe mi paseo blogueril me pondré con la documentación para fogaza u.u
Pues en este caso la panza y los hijos no sirvieron de nada...
EliminarÁnimos con los papeles!
Es lo peor, la incertidumbre.
ResponderEliminarPero vamos, hay cada empresa, que hay que echarla de comer a parte.
A ver si encuentras algo rápido y decente, guapa.
Besos!
En ello estoy, aunque el panorama del sector (como el de tantos otros) no es muy alentador!
EliminarQue horror, que injusticia y que mierda la incertidumbre en esos momentos....todo mi ánimo para ti!!!
ResponderEliminarBesos
No lo pasé muy mal, no te creas. Creo que el hecho de estar de baja y estar centrada en mi bebé me ayudó bastante a mantener mi salud mental ;)
EliminarMucha suerte y ahora parece que hay sectores que se mueven.Suerte
ResponderEliminarMi sector es un poquillo complicado: educación y medio ambiente... No son precisamente las prioridades en este momento :(
EliminarPero alguna oportunidad creo que puede haber. Quién sabe...
Bueno guapa pues mucho ánimo y suerte...
ResponderEliminarEspero que sea lo que sea te lo digan cuanto antes y ojalá sea bueno :)
Un besote
Ya me lo dijeron. Esta historia pasó el año pasado por estas fechas (definitivamente no me explico bien) :(
EliminarPero ya os lo cuento la semana que viene ;)
hola guapa, no desesperes, tienes a tu niña, y todo el tiempo del mundo para estar con ella, cuidarla y amarla, aprovecha, ya lo echaras de menos cuando vuelva todo a la normalidad, q será muy pronto seguro. y sino, a reinventarse
ResponderEliminarNiño, niño, es un niño. No te preocupes, todavía no se entera, jeje
EliminarEso es lo que me ayudó a llevar ese tiempo de la mejor manera posible.
Y sobre lo reinventarse... no va a ser un cambio radical, pero algo nuevo seguro que será :)
Mucha fuerza Olga... Porque lo peor es vivir con la tensa espera, con la incertidumbre... Que sea una horita corta, y pronto sepas si toca SO o ARREEEE... Mucha suerte en todo, bonita!
ResponderEliminary sí, por mi marido sé que lo de los ERES y los sindicatos es de vergüenza!!
Un besazo
Saberlo ya lo sé, el post es a toro pasado. Pero aún colea...Os cuento la semana que viene ;)
EliminarPero ¿aún queda un poquito de esperanza no? puede que los tribunales lo anulen...
ResponderEliminarDe hecho ahí está, pendiente. Pero ya se sabe, las cosas de palacio van despacio.
Eliminar¡Qué duro! Por mi trabajo actual, tengo que ver pasar muchos eres por mi mesa, muchos fogasa, etc... Pero nadie se da cuenta de las vidas que hay detrás de todas estas cosas ...
ResponderEliminarYo entiendo ciertas cosas, hasta cierto punto, pero ya verás el final de la historia, cómo no cuadra... La semana que viene, que tengo que escribirla con tiempo, para no calentarme demasiado y que se entienda lo que quiero decir.
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