Con 16 meses...

¡Los meses pasan volando! ¡Si hace nada estaba escribiendo la entrada de los 15 meses!

Este niño tiene el mismo (mal) equilibrio que su madre. Pensaba que lo del tentetieso se iría pasando, pero se ve que aún es pronto. Va dando tumbos para todos lados, y yo detrás, por si pierde el pie y da con su cabeza en el suelo.

¿Por qué será que por mucho que coloques alfombras, colchonetas y demás la cabeza siempre acaba golpeando fuera?

Si hace unos meses se enseñó a bajar sólo del sofá, este mes se ha enseñado a subir. Con mucha dificultad, eso sí, que nuestro sofá es alto. Y ha descubierto que si sube a determinados sitios, llega más alto... Así que puede tirar más cd de la estanteria... Miedo me da...

Mi Peque con 16 meses decir no dice (con sentido) ni mu, pero ha descubierto un nuevo poder de su dedo índice. Ya sabe señalar. Si quiere agua, señala el vaso o la botella. Si quiere un juguete, lo señala. Si quiere teta, la señala. Hay quien me ha dicho que no le dé lo que pide, que si no no se enseñará a hablar. Pero ¡cómo no le voy a dar de beber o comer! Si no habla ahora, lo hará en un mes, o dos. O los que sea. Además, si ahora que aún no habla no se calla ni bajo del agua, ¡qué pasará cuando sepa! No es algo que me preocupe. Su primo también era así, y mudo no se ha quedado.

Así es como me imagino que será mi Peque cuando empiece a hablar... Así que no hay prisa.

El otro poder que tenía su dedo índice ha evolucionado, ahora su dominio es nivel Experto. Ya no solo apaga y enciende la tele. También coge mi movil y se pone vídeos en Youtube. El de arriba es el top hit de esta semana.

La comunicación ha mejorado. Ya no es es un monólogo. Si le digo "¡No tires el vaso!" me mira, y en ocasiones, me hace caso y todo. Aunque funciona mejor si le pido que me lo dé. Generoso que es el niño, le gusta compartir. Así que me trae cosas si se lo pido, y también da besos si se lo pedimos, si la persona es conocida, y le apetece. Pero lo que más gracia me hace es que cuando paseamos le decimos "Llama al Goset" y él se gira, lo busca con la mirada y le dice "¡Eeeh!" ¡Es genial!

La complicidad entre ambos, Peque y Goset, crece día a día. Aunque el Goset sigue huyendo cuando ve que el niño se pone muy pesado, todos los días comparten un rato de juegos. El Peque ya sabe que si coge una pelota y la lanza, el Goset irá detrás. Así que, a lanzar pelotas se ha dicho. Y en el parque, Peque coge la correa y lo lleva por donde quiere. La gente se les queda mirando allá por donde pasan.