Estaremos bien

No recuerdo bien cómo sucedió.  Recuerdo que yo estaba sentada a tu izquierda y que no había nadie más en tu habitación. Ya se acercaba el final, aunque yo no lo sabía.

En un momento dado,  no sé porqué,  pensé que quizás lo que te hacía aferrarte a la vida era la preocupación por nuestro bienestar. Lo cual tiene mucho sentido,  teniendo en cuenta que te pasaste la mayor parte de tu vida cuidando de otros. Y justo cuando ya podías disponer de tiempo para cuidarte tú, llegó esta enfermedad cruel. Cruel contigo, porque borró todos tus recuerdos, y cruel con los que te queremos, que vimos como te fuiste apagando poco a poco.

Así que me acerqué y en un susurro te dije: "está bien, mamá, no te preocupes por nosotros,  estaremos bien". Ese día, te vi en tu mirada. Estabas ahí y entendiste qué te quería decir. O eso quiero creer.

Esas palabras fueron una mentira, pero eso ya lo sabías. La vida es agridulce, y por mucho que lo intentemos,  no podemos estar bien siempre. Pero no son las palabras lo importante, sino el fondo. No importa lo que nos suceda,  siempre vamos a estar juntas para ayudarnos,  aunque cada una seamos diferentes, con nuestra forma de pensar y actuar particulares,  siempre nos apoyaremos y cuidaremos las unas de las otras. Y del papá.

A las pocas semanas de hablar contigo dejaste de luchar.

Más tarde descubrí que una conversación parecida también la tuviste con mis hermanas. Pareciera que estuvieses esperando nuestro permiso...

Hoy se cumplen 3 años. Te quiero mamá.