Bueno, la intuición y las ganas de llevar la contraria.
A los dos días tuve que volver al hospital para repetir la ecografía, ya que en la anterior el nene estaba en mala postura y no se veía bien el corazón. Cuando te dicen eso te quedas en un ay!, pero no hubo nada de lo que preocuparse.
Esta vez me llevé a mi otra hermana, para que conociese a su sobrino. Y a mi supercatarro. A las 8 estabamos allí. Tuvieron el detalle de citarme de las primeras. Otra espera de dos horas al aire acondicionado me hubiese rematado. Me fastidió por el madrugón pero lo agradecí porque podía estar de vuelta en casa para el segundo desayuno.
Una vez dentro le pregunté si el sexo era definitivo. Me dio la impresión de que le sentó mal, como si dudase de su profesionalidad a la hora de distinguir pitos de flautas...¿Qué queréis? Tenía que asegurarme.
Una vez confirmado el sexo, por segunda vez, ya me dediqué a pregonarlo por el mundo. Y esta vez fui yo la que pude decir
Ves, ¡te lo dije!
jejeje, muy bueno lo del segundo desayuno. Nosotros hacemos eso y segundas meriendas... no paramos!
ResponderEliminarSí, otra letra muy adecuada es la C, de contraria...
Es que durante el embarazo me convertí en un hobbit ;)
EliminarNo está mal la palabra para la C, pero tengo pensada otra, así que te la cedo, si la quieres :)
EliminarLa pregunta de si el sexo es definitivo es un drama, jajaja. Normal que el ginecólogo os pusiera cara, y te lo dice uno que hizo exactamente la misma pregunta!
ResponderEliminarEs que en mi familia, la "Muy" es la única niña con mi apellidos, el resto somos todo muchachos...
Pero... porque tú querías un chico o porque querías asegurarte de que fuese una chica, para que no fuera otro pichurrilla?
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