Con 11 meses...

Antes de empezar con los avances del mes...

Ya se han acabado las primeras fiestas patronales de mi Peque. Como todo buen pueblo valenciano, nos gusta la pólvora. Tenemos el dudoso honor de que se nos conozca en el resto del país por el número de heridos de la noche grande. Hay otras cosas que merecen la pena de las fiestas de mi "pueblo", pero mi Peque aún es pequeño para apreciarlas, así que hemos disfrutado de los fuegos artíficiales. Hale, ya me podéis localizar en el mapa ;)

Castillo en honor a la Mare de Déu. Y no, no es un fotomontaje.

Ahora sí... 

Mi Peque con once meses...

... ya hace sus pinitos en esto de andar. Recorre agarrado todo lo largo del sofá. Me gusta ver cómo va evolucionando. Al principio, cuando se ponía de pie y veía algo en el suelo que le interesaba, se dejaba caer a lo bruto. Que menos mal que va acolchado. Ahora va bajando des-pa-ci-to. Es un gracia.

Los intentos por andar hicieron mella a principios de mes. Hemos sufriendo una crisis de lactancia. Había empezado a ser menos demandante, especialmente por el día. Con eso de empezar a comer sólidos, la teta quedaba relegada al desayuno o la siesta. En otras ocasiones la pedía, pero por sed o para calmarse. Ahora la pide más a menudo.Y sobre todo, si se da un coscorrón. Pero las noches son otra cosa...

La verdad, no sé si es una crisis o el principal culpable es el calor. Pero las noches son terribles. Toda la noche dando vueltas, dando el pecho, evitando que se caiga, quitándome el pie de la cara... Acabo baldada por las mañanas.

Hablando de caerse... Ya se ha caído de la cama. No sé cómo ha pasado. Bueno, sí. Hacía viento y me levanté a cerrar una ventana. De repente ¡pumba! Y un lloro desgarrador. Afortunadamente solo fue el susto. Ni chichón ni nada. Ya no se le puede perder de vista ni un segundo.

En cuanto al juego, cada vez es más autónomo. Le gusta jugar con nosotros, pero si lo dejamos solo, con vigilancia por supuesto, se las apaña muy bien para alcanzar los juguetes y manipularlos. A veces se le une el Goset, pero solo si mi Peque tiene algo que le interese, como una pelota, uno de los jueguecicos del baño o los donuts de colores. A veces le ladra

¡Tíramelo! ¡Y yo voy a buscarlo!

Pero claro, mi Peque aún no entiende cuál es la dinámica de juego. Me alivia que al perro se le haya ido un poco esa reticencia a acercarse al niño. Un poco solo, eh, no nos vayamos a pensar que ya son íntimos.

Mi Peque con 11 meses es un explorador incansable. Todo le interesa, todo lo quiere tocar. Hace unas semanas lo descubrí tocando un enchufe. No os alarméis: ya los tengo todos tapados con cosas de esas de seguridad. Y, claro, en ese momento me escuché diciendo: Peque ¡No! Su reacción fue quedarse quieto, mirarme y empezar a llorar. Se asustó. No le grité ni nada parecido. Simplemente me puse más seria. No se lo esperaba. Ahora ya no llora si le digo no, pero sí si le impido hacer alguna cosa que quiere. Es cabezón y le gusta salirse con la suya. Como su madre. ¿Se acercan a las temidas rabietas?

Además de explorar, a mi Peque de 11 meses le gusta experimentar. Con los objetos y la gravedad concretamente. Coge un juguete, el chupe, el mando de la tele o el móvil de su madre, se acerca al borde del sofá y lo deja caer. Y se gira y te mira con cara de

¿Has visto como mola lo que he hecho?

También ha descubierto el poder de su dedo índice. ¿Que en qué consiste ese poder? Gracias a su faceta exploradora y experimentadora sabe cuál es el punto exacto de la televisión donde ésta se enciende y se apaga. Y no lo hace por casualidad, no. Es plenamente consciente de lo que hace. También conoce cuál es el botón de encendido del mando de la play.

Mi Peque de 11 meses es un pequeño gourmet. Le encanta el jamón serrano. Y como ya hemos comprobado que no es alérgico al huevo, ya me lo puedo llevar de tapas a comer una catalana y un pincho de tortilla ;-)

 Ahora empieza la cuenta atrás. Dentro de menos de un mes mi Peque será un pequeño hombrecillo de un añito.

Y yo no me puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido.