jueves, 12 de junio de 2014

Con 19 meses...

Mi Peque con 19 meses ha sufrido una terrible recaída en su mamitis. Tras mi paréntesis laboral y las dos semanas de vacaciones en las clases (mis clases, se entiende,  porque él aún no ha pisado un aula) ha hecho que cuando he vuelto a dejarlo 2 días solo con su padre,  a mi regreso tenga un pequeño koala pegado  a mi vera continuamente. Que no es que me queje,  pero hay momentos en que una necesita usar las dos manos.

Como mi bebé ya no es un bebé,  si no que se ha convertido en un pequeñín, ya no se puede estar quieto y los paseos por el parque ya no se limitan a pasear al Gosset y para casa. Ahora ya estamos un buen rato jugando con la tierra, las flores y las "bla". Como el calor ya ha llegado a estos lares  y con él la ropa de verano, estas actividades comienzan a tener consecuencias en sus rodillas, todas llenas de arañazos.

Mi vida es un mar de "blas"
 Foto: Hernán García Crespo vía Flirck CC

Solo hay una forma de que se quede quieto: que alguien desconocido le diga algo. Un simple "ay qué guapo" o similar hace que se quede petrificado en el sitio, nos busque con la mirada y a continuación sale disparado hacia donde estamos, no vaya a ser que le digan algo más. En ocasiones esta reacción se ha producido con una simple mirada. Estamos en una fase vergonzosa.

Como decía,  tiene una palabra para decir pelota. Bueno, más que palabra es una sílaba. "Bla". Que también sirve para llamar a uno de sus primos. Y a Lula, el perro de Pocoyo. La lógica de todo... Quien sabe... Vamos a intentarlo. Bla puede parecerse a Lula (un poco de imaginación,  s'il vous plaît), Lula aparece dibujada en una de sus pelotas y su primo tiene miles de pelotas en su casa. Ahí está el nexo... Podría servir, ¿no?

Además de bla, también dice algo parecido a "Ide", el nombre del perro de mi hermana LaMediana. Que como es obsesiva-compulsiva no para de repetirle "Tia" e "Ide" y, claro,  a base de insistir el niño ha elegido decir antes el nombre del perro. Que también tiene guasa que diga antes el nombre del perro de su tía y no el del suyo propio, ¡que lo ve todos los días! Pero no, al suyo lo llama con un ¡Eeeeh! 

Y como últimamente hemos asistido a varios cumpleaños, mi Peque ha captado la idea de que hay que soplar la verlas y ha aprendido a soplar. Claro, que ahora le da por soplarlo todo. Y ahí lo dejo,  que no quiero que en el futuro, si lee este blog, me acuse de exhibicionista.

6 comentarios:

  1. En esta edad están para comerselos. Disfruta de cada logro, de cada sorpresa que te de!!!
    En cuanto a lo de la mamitis... es recurrente, cada cierto tiempo, y durante muchos años. Paciencia

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    1. Sé que son fases. Lo de estar 3 días fuera cada cierto tiempo no ayuda... Mientras se despega estoy desarrollando bastante destreza con la zurda ;)

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  2. el post (sobre todo la parte de las blas, los perros y los soplidos) me ha hecho reír, debe estar para comérselo! xD

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    1. :) Y eso que he omitido qué es lo que sopla... Sólo te diré una palabra: baño.

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  3. Muy bien preparado para su cumpleaños, jajaja, sobre conocer los nombres de otros antes que el del propio perro... Si vuestro perro contesta con el "ehh", no es culpa del pequeño, jajaja.

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