Un día, no sé si me encontraba en mis cabales o no, decidí que mi idea de trabajo no se ajustaba a las (pocas) ofertas que encontraba y me lancé, sin pensarlo demasiado, a la maravillosa tarea de emprender.
Iba a ser una mamá emprendedora, muy trendy topic hoy en día. Y como toda buena empresaria me hice con un móvil de empresa. No os imaginéis nada fastuoso: una tarjeta pre-pago y un móvil del jurásico que andaba abandonado en un cajón.
Sucedió que tuve que ir a mi exilio estudiantil y como no quería perder el móvil, lo dejé sobre la mesa del comedor. También dejé al niño en casa. Con su padre, obviamente.
Pero antes de contaros donde apareció, voy a describiros una escena:
Día 1, al volver del exilio:
Yo: ¿Me ha llamado alguien al móvil?
Papá: No.
Día 2:
Yo: ¿Has visto mi móvil?
Papá: No
Día 3:
Yo: ¿Has visto mi movil? (Sí, lo sé, me repito mucho)
Papá: ¿Pero no lo tienes en la mano?
Yo: Ese no, el de la empresa.
Papá: No lo he visto desde que te fuiste. ¿No te lo llevaste?
Yo: No, lo dejé aquí.
Papá: Pregúntale al Peque.
Yo: Peque, ¿Dónde has puesto el móvil?
Peque: (Señalando una pelota) ¡Bla!
De eso hace 3 semanas. Obviamente pedí un duplicado de la tarjeta, porque no me llama nadie, pero ¿y si al final llaman?
Hace dos días, en un arrebato, me dio por limpiar el balcón, más que nada porque empieza a ser el único lugar fresquito de la casa y así nos podemos tirar al suelo a jugar.
Entonces me agaché podrá quitar una pelusa y ¿qué es lo que vi?
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| Una luz al final del túnel |
Una semana buscando por los más recónditos rincones. Hasta en el saco de la comida del perro y resulta que cierta personita lo había puesto en ¡el desagüe del balcón!
Por cierto, ¿alguien ha visto mis llaves?
Ya lo dice el refrán, "lo que no se comen los ratones, aparece por los rincones", pero creo que el que lo inventó no tenía hijos, que si no...
ResponderEliminarPor los rincones miré! Y no encontré nada!!! Claro que no tenía hijos, si los tuviera no lo diría tan alegremente!!
EliminarJajajaj, qué aventurero el peque!! jajaja, menos mal que era el que no usabas... Anda que, como para haber "perdido" el de todos los días.
ResponderEliminarMenos mal que el de todos los días es de esos nuevos de ahora que son inmensos y creo que no cabe... Creo... Voy a tener que comprobarlo, por si acaso, jajaja
Eliminar¡Alucinante! Así no hay forma de encontrar nada en casa. Cuando la bichilla empiece a tomarse estas libertades su papá va a sufrir mucho, porque entre lo despistado que es y las trastadas de la niña ¡se volverá loco!
ResponderEliminarYa verás, ya, cuando bichilla comience a hacer de las suyas, jajaja. Ahora ya sabéis un lugar nuevo donde buscar ;) Pero seguro que ella encontrará otro diferente para volveros locos!
Eliminarme he reído de principio a fin, cómo nos gustan las desgracias ajenas xDDDDDDD
ResponderEliminarPor eso las cuento, porque son un valor seguro, jajaja
EliminarxD Me parto, pa volverte loca!!
ResponderEliminarNo sabía que ibas a emprender! Muchísima suerte, que los comienzos suelen ser duros :) (tengo a un emprendedor en casa).
Si, hija, me he liado la manta a la cabeza, porque visto el panorama en mi sector era eso o reciclarme y a estas alturas no me apetece trabajar en algo que no me apasione. Y si, ya me estoy dando cuenta de lo difícil que es. Aunque no es algo no que no me imaginase... Gracias por los ánimos!!!
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